Guía para planificar tu viaje ideal

Si al soñar un viaje te emocionas de solo imaginarlo pero cuando tienes que organizarlo no sabes por donde empezar, sigue leyendo y descubre cómo solucionarlo.

Planificar un viaje puede ser un poco agobiante por momentos, ya que requiere de una serie de pasos, un proceso con pequeñas acciones que te acercan de a poquito a ver tu viaje hecho realidad. Te voy a contar cuales son esos pasos.

Primer paso: contesta estas preguntas imprescindibles

1. ¿Por qué?

Lo primero que debes tener claro es POR QUÉ quieres hacer este viaje.

Puede ser descansar después de un año agitado, hacer actividades de aventura, reencontrarte con los afectos, o mil posibilidades más. 

Es importante que definas eso en este primer paso, es algo muy personal. Todos son buenos motivos y definirán cual vas a ser tu estilo de viaje.

2. ¿Con quién?

Pueden ser con tu pareja, amigos, familia, colegas de trabajo. En los viajes surgen múltiples situaciones. 

Si viajas con alguien más debes ser consciente no solo de tus deseos y necesidades. Conocerlos más o menos en detalle e involucrarlos en la planificación te va a ahorrar dolores de cabeza.

3. ¿Cuándo?

¿Cuándo quieres viajar? ¿Tus fechas y tiempos son flexibles o no permiten modificaciones? ¿Cuántos días tienes disponibles? Estas respuestas son esenciales e influyen en el tipo de actividades que quieres hacer. También debes tener en cuenta el clima y las fechas de temporadas alta/baja en turismo. 

4. ¿Dónde?

Dónde quieres ir: tal vez te inspiró una película o viste sus fotos en las redes. 

¿Conoces los diferentes sitios que existen para tu tipo de viaje? Puede ser que alguno te llame la atención, quieras repetir destino o conocer uno nuevo. Suponiendo que vas a viajar por una región o un país debes pensar que te interesa recorrer. Considera el presupuesto con el que cuentas. 

Segundo paso: sigue con lo esencial

La documentación

Antes de pensar siquiera en mirar un billete de avión debes tener tu documentación lista.

Para viajar fuera de tu país es necesario contar con un pasaporte. Comprueba tener el pasaporte en regla (que tenga vencimiento 6 meses después del viaje y ha de estar vigente hasta 3 meses después de tu partida del destino)

No solo te lo solicitarán en migraciones, hoteles, etc. Sino que al momento de comprar los vuelos internacionales debes ingresar el número del documento con el que viajas. Por lo tanto, asegúrate de tenerlo antes de intentar reservar el billete.

Si viajas con menores de edad debes llevar la documentación que acredite la filiación (certificado de nacimiento o libreta de familia). Si el menor viaja con solo uno de sus padres, deberá acompañar también con una autorización.

En algunos casos y según el país al que viajes, la actividad que vayas a realizar o el tiempo de permanencia previsto, es posible que además requiera visado o permisos especiales. 

Todos los trámites y renovaciones debes hacerlas con suficiente tiempo de antelación, ya que muchas veces los turnos se dan a 2 o 3 meses. 

La autoridad migratoria extranjera puede solicitarte que acredites tu condición de turista (por ejemplo, mediante la presentación del pasaje de ida y vuelta, seguro de asistencia al viajero, las reservas hoteleras y/o comprobantes de solvencia económica, etc.). Las inconsistencias y/o falsedad en la declaración así como la falta de documentos pueden ocasionar que te denieguen el ingreso al país de destino.

Si vas a manejar un coche consulta los requisitos para el carnet de conductor. Aunque la licencia nacional de conducir es aceptada en la mayoría de los países del mundo, puede ser que alguno requiera igual la licencia internacional.

El Presupuesto

¿Cuánto dinero vas a necesitar para viajar? ¿De cuánto dispones?

Siempre es bueno ser lo más realista posible, acorde a tus gustos y tus posibilidades. Hay muchas maneras de viajar, y presupuesto para todos. Lo que sea que elijas, debes realizar un cálculo aproximado de cuanto te va a costar el viaje. El armado del presupuesto puede llevarnos a repensar el CUANDO y el DONDE vamos a viajar. De ahí la importancia de la flexibilidad. Apunta siempre un poco más de lo que cuesta, para cubrirte.

Los dos ítems más costosos a considerar son: el transporte y el hospedaje 

Según los kilómetros que debamos recorrer y el tiempo del que dispongamos, elegiremos viajar en avión, en tren, en bus, en coche, en barco o en una combinación de todos ellos.
Generalmente a más lejos más se encarece. También dependerá del tipo de viaje que queramos hacer, así como la accesibilidad a todos los medios de transporte de nuestro destino.
En un mismo destino puedes dormir en hostales, apartamentos u hoteles de 5 estrellas. Calcula la cantidad de noches de hotelería que tengas.

Transporte interno: Si vas a un solo sitio piensa si vas a necesitar moverte en transporte público o irás caminando a todos lados. Averigua el precio de los billetes individuales o las opciones de tarjetas con bonos de varios días.
Si te vas a mover entre varias ciudades investiga el precio de cada conexión que tengas que hacer. Hay destinos donde puedes moverte de manera económica y otros donde las distancias son tales que las conexiones solo son posibles en avión. Si vas a realizar un road trip debes tener en cuenta el precio del alquiler del coche, la gasolina, los peajes, los parking.


Comidas: Disfrutar de la cultura gastronómica de un lugar es una de las experiencias inolvidables de nuestros viajes. Lo que gastemos es muy relativo, depende si vas al supermercado y armas un picnic, o te sientas cada día en un restaurante.
Busca en internet para saber el valor promedio de un menú en tu destino y pone un valor aproximado de lo que pretendes gastar por día.


Excursiones y actividades: Prioriza las actividades y averigua cuánto cuestan. Algunas atracciones pueden comprometer una buena parte del presupuesto. Sin embargo, cada destino tiene múltiples opciones para conocer de maneras más económicas e incluso gratuitas. Hay free tours, días de entradas gratis a los museos, tarjetas turísticas, etc.


Ten en cuenta si puedes usar tu plan de internet o debes comprar un chip en destino.
También considera el costo del seguro de viaje, no viajes sin él nunca.

Tercer paso: arma tu itinerario y lo que quieres hacer cada día

Esta etapa de la planificación es una de las más divertidas. Empiezas a vivir el viaje antes de salir de casa. Te vas empapando de la cultura, geografía e historia del lugar.

Yo te recomiendo hacer una lista de lo más importante que te gustaría ver en cada sitio. Esto va a depender mucho de la motivación de tu viaje, que es lo que te gusta realmente hacer. Hazle caso a tus deseos, no tanto a lo que “debes” hacer en cada destino. Si a ti no te gusta el arte no debes entrar obligatoriamente al Louvre porque se suponga que así debe ser. Haz la lista con las cosas que a ti te gustan.

Investiga sobre cada destino en blogs y guías de viaje reconocidos. Ve haciendo una lista de lo que te interesa conocer. Puedes agruparlo por: museos, barrios, mercados, compras, atracciones, etc. Luego puedes incluir la información más importante sobre cada sitio: horario, tarifa, etc.,

Cuando tengas la lista de lo que te gustaría hacer ya elaborada, ubica en un mapa o en el Google Maps todos los sitios, divide los sitios por zonas de cercanía, para ver que puedes recorrer en el mismo día.

Tienes que pensar también cuánto tiempo puede llevarte cada atracción. Algunos sitios son de paso, los puedes ver por fuera, fotografiar y sigues. Otros requieren entrada y mucho tiempo para visitar. También hay sitios que pueden estar cerrados un día o que debemos reservar para una fecha en especial. Todo debe ser considerado.

Si el viaje es a varios destinos debes hacer lo mismo por cada sitio que quieras visitar. Pero además debes calcular las distancias entre las diferentes ciudades y las conexiones entre las mismas. Tener en
cuenta el traslado hasta los aeropuertos o terminales de trenes, el tiempo previo con el que hay que estar, etc. Llegar de un sitio al otro puede ocuparte medio día o un día entero de tu itinerario.

Si haces un road trip recomiendo no excederse en el cálculo de los kilómetros que vas a recorrer en un día. No hacer más de 300 o 400 kms de una sola vez, ya que vamos parando en el camino y se hace más lento de lo que uno calculó y después no vas a llegar a cumplir con el recorrido total.

Hacer la lista de los sitios a recorrer, las distancias que hay entre esos sitios y el día de tu viaje en el que deberías estar en cada uno. Así vas chequeando mientras lo realizas y sabes si estás adelantado y puedes quedarte un poco más en un lugar. O si vas atrasado y debes saltear algo.

Crea un archivo o plantilla con tu itinerario, vuelca toda la información en un solo sitio. Arma un documento con lo que vas a hacer cada día, las recomendaciones, todo lo que sea de interés. Tener este plan es muy práctico para levantarte y saber para dónde salir.

Sin embargo, quiero aclarar que siempre hay lugar para la improvisación. Puedes quedarte mucho más tiempo en un lugar que te encantó, o visitar un sitio que descubriste o saltar alguno de los ítems que te habías propuesto.

La idea de planificar es poder elegir y priorizar. Nunca vamos a poder conocer un sitio en una sola.

visita. Por lo tanto, es importante ver que es lo que más nos interesa, para no terminar haciendo algo que no deseamos y quedarnos con la sensación que no hicimos lo que queríamos.

Lo más práctico es hacerlo en algún software para poder llevarlo en el móvil durante el viaje y compartirlo con nuestros acompañantes. Así todos están en la misma sintonía.

Cuarto Paso: las reservas

Ya tenemos todo planificado. Sabemos cuándo vamos a ir, dónde vamos a estar cada día y qué vamos a ver en cada sitio. Con todos esos datos hay que reservar.

Primero los vuelos, luego los hoteles y las excursiones. No todo es necesario llevarlo reservado pero investiga y en algunos casos es conveniente. Ojo: algunas reservas no son tan lineales.

Cuando ya tenemos el presupuesto aproximado y definido a qué lugar queremos ir, podemos empezar por comprar los billetes de avión. Cuando tengamos el recorrido interno podemos ir comprando los billetes de conexión entre los mismos, y reservar los hospedajes en cada sitio.

Hacerlo de esta manera nos permite hacer el gasto en pasos, progresivamente, contratando con tiempo cada ítem. El manejo de nuestros tiempos en las compras es una de las ventajas de viajar por libre.

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